Camine al anochecer, en mi mano sostenía una pequeña rosa blanca, mi vestido apenas podía cubrirme del sereno, escuchaba el canto de las aves nocturnas y el susurro de aquel bosque encantado, las estrellas y la luna me acompañaban, el viento acariciaba mi piel y la templaba con frescura, así caminando entre la noche… solo pensaba en ti, llame a libélulas y luciérnagas , mariposas y pequeñas hadas, junto a la raíz de un árbol dormido me senté a esperarlas y todas acudieron, les narre mi cuento mágico, ellas están preparadas para encontrarte y para que este mensaje llegue solo a ti.
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